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En la escuela infantil en Logroño se han visto muchos casos de padres que se sienten mal, incluso culpables, por llevar a sus hijos a estos centros para poder ir a trabajar.
Mamás que se preguntan si su bebé no será demasiado pequeño para estar tantas horas fuera de casa y que tienen mala conciencia por dejarlos con personas extrañas. Es algo que hemos visto muchas veces en la escuela infantil en Logroño.
Es un error habitual en muchas mujeres, incluso en las que siempre tuvieron clara la importancia de su carrera profesional, y que con la maternidad empezaron a replantearse muchos aspectos de su vida.
Son miedos habituales que no tienen razón de ser porque si llevas a tu hijo a una escuela infantil de calidad consigues que inicie de inmediato su particular proceso de socialización, que le será de mucha ayuda en el momento de ir a la escuela y comenzar la enseñanza reglada.
Una vez en la guardería, los pequeños descubren que hay vida más allá del ámbito familiar y que fuera de la burbuja del hogar deja de ser el centro del universo para convertirse en uno más, en un componente del grupo al que se acaba de incorporar. Un grupo que cuenta con unas normas de obligado cumplimiento que no queda más remedio que respetar.
La estancia en la guardería resulta muy positiva para los peques porque empiezan a experimentar nuevas sensaciones y a implementar su capacidad de comunicación; al estar junto a otros niños, comienzan a comunicarse con ellos, al principio todavía sin palabras, sino mediante una serie de registros y gestos que les ayuda a crear su propio lenguaje.
De paso aprenden la importancia de jugar junto a sus amiguitos y lo divertido que resulta. Tenlo claro, si dejas a tu bebé en la guardería A Gatas, no te debes sentir culpable de nada.