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Sabemos que el momento de la separación es el que más temor causa a los papás y mamás que dejan a sus pequeños en una guardería infantil Logroño. Todas nuestras dudas sobre si es el momento adecuado para que nuestro hijo empiece su aventura educativa, se agigantan ante esas lágrimas imparables con las que el menor se despide de nosotros cada mañana. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones es menos traumático para los niños que para los padres.
Nuestra experiencia y colaboración como educadores de una guardería infantil Logroño es esencial para ayudar a los padres a superar esa situación. El primer paso es explicarles que esos lloros suelen durar unos pocos minutos. En cuanto los padres desaparecen, los pequeños se integran en la actividad de la clase e interactúan con sus compañeros con normalidad. Nos resulta muy efectivo dejar que sean los propios padres los que lo comprueben, observando a través de una ventana.
Pero, además de convencernos de que no estamos traumatizando a nuestros hijos, hay algunos trucos para que consigamos que esas lágrimas acaben desapareciendo definitivamente. Es muy importante que todo el proceso, desde que el pequeño se despierta hasta que nos despedimos de él, sea un tiempo alegre, sin gritos ni malas caras. Dejemos que acuda al centro con ese objeto tan especial que le aporta seguridad, los llamados elementos de transición.
Finalmente, es esencial que entremos en el aula de la mano de los niños. Nada de aprovechar un momento de distracción para salir corriendo, porque aumentamos la sensación de abandono que puede sentir el menor. Al equipo de A Gatas nos encanta acompañar y guiar a los padres durante esos primeros días para que esa transición se convierta en un momento lúdico. Educadores, progenitores y bebés disfrutamos compartiendo cada avance con una sonrisa.